lunes, 2 de junio de 2014

X-Men: días del futuro pasado (2014)



“Tenemos que trabajar codo con codo para acabar con esta guerra... antes de que empiece”

Por algún motivo que no alcanzo a comprender, casi nunca voy al cine a ver películas de superhéroes. Es un género que me encanta, pero me he acostumbrado tanto a verlo con mi familia que rara vez voy a una sala a disfrutar de los estrenos (la última y la única que recuerdo, de hecho, fue Thor: el mundo oscuro). Sin embargo, cuando me llegó el pase de prensa de X-Men: días del futuro pasado, no pude decir que no.

Y no fue un error. En El Condensador de Fluzo (el blog de la revista Fotogramas) la definían como “la película de superhéroes definitiva”, y “la mejor película de supehéroes que se haya realizado, junto con ‘El Caballero Oscuro’ de Nolan”. Personalmente, no sé si diría tanto. Pero sí diría, sin duda, que estamos ante la mejor película de la saga, y una de las más destacadas de la historia del género.

Ello hay que agradecérselo a una persona: Bryan Singer, autor de dos de las tres películas de X-Men más aclamadas por público y crítica (la dos primeras entregas de la saga… la otra muy querida, X-Men: primera generación, la dirigió Matthew Vaughn), que vuelve a ponerse a los mandos de la saga arreglando un poco el desaguisado tras la tercera entrega. Y lo hace de qué manera.


X-Men: días del futuro pasado juega muchas bazas, y la principal, aparte de su calidad, es su gran encanto. Al funcionar al tiempo como secuela de X-Men: la decisión final y de X-Men: primera generación, Singer se dirige a dos hornadas de fans de la patrulla, y logra por fin aunar de manera fantástica las precuelas y las películas de la trama principal. Que, dicho sea de paso, resulta imprescindible el visionado de X-Men: primera generación para ver esta; el del resto de la saga es aconsejable (con la excepción de los spin-off de Lobezno, que no aportan mucho), pero no necesario al 100%.

Para ello, se sirve de una historia tan atractiva como tópica: los viajes en el tiempo. En un momento de una terrible distopía, la humanidad no pasa por sus mejores momentos, y los mutantes han sido prácticamente exterminados gracias a los Centinelas, obligando a encarnizados enemigos (como Magneto y los X-Men, siempre con sus relaciones de amor-odio) a colaborar para hacer frente a la amenaza.

A punto de caer derrotados por completo, brilla su última esperanza: Lobezno será enviado al pasado para lograr que los ya enemigos Xavier y Magneto colaboren en la tarea de detener a Mística, que provocará el despegue del programa Centinela al matar a su creador, Tyrion Lannister. Digo, Bolivar Trask.

La historia podría parecer complicada, pero al final es de una sencillez apabullante, y todo se funda en los mismos tópicos y problemas que acosan a cualquier viaje en el tiempo. Que la historia sea sencilla, sin embargo, no significa que el guión tenga que serlo, y se demuestra aquí en una cinta muy bien construida y desarrollada, con un ritmo de matrícula.

Lo cautivador de la cinta, sin embargo, más que su guión (que reitero, es genial), le viene por parte de los personajes en sí, que tienen un encanto increíble. No me puedo creer que nadie que sea fan del género no se remueva de emoción al ver una cinta protagonizada por Lobezno, pero donde encontramos las versiones en el pasado y el futuro de Xavier, Magneto, Bestia… y a personajes nuevos geniales, como Bolivar Trask, interpretado de matrícula por Peter Dinklage. Y no es el único tan bien interpretado, sino que la calidad de las actuaciones es una constante (pero claro, es normal si me juntas a Dinklage con Fassbender, Patrick Stewart, Ian McKellen, James McAvoy, Hugh Jackman y demás prole).

Mucha gente odia el póster promocional de la película. Yo odiarlo no lo odio,
pero prefiero montajes como este.

Aparte de eso, los guiños a momentos de las cintas anteriores son también constantes, y se logran escenas de enorme fuerza, como aquellas donde Lobezno recuerda algunos momentos que implicaban a Jean Grey en X-Men: la decisión final (ya sabréis por dónde van los tiros, si la habéis visto), y que saltan las lágrimas mucho más que en la cinta donde aparecieron. También se juega con unos diálogos ágiles y llenos de frases memorables; y con los momentos más delirantes en las escenas del pasado (como la relación Magneto – Lobezno, o las referencias al presidente Kennedy).

Es la combinación de esa agudeza y ese tono cómico y divertido con un lado mucho más profundo lo que le da a la película el punto perfecto. De hecho, me atrevería a afirmar que esta tiene alguno de los momentos más oscuros y duros de la saga, y también de los más épicos. Y aunque parecería que el hecho de que haya viajes en el tiempo de por medio resta significado a las muertes en el futuro, no es así en absoluto, y Singer consigue encoger el corazón con cada una de ellas.

Porque además, esa es otra baza con la que se juega todo el tiempo, y que la el último trasfondo filosófico que necesitaba la película: el debate sobre si el destino está escrito o puede cambiarse, que se convierte en uno de los puntos centrales en torno a los que gira la trama.

La banda sonora, por otra parte, es de matrícula. Muchos la han acusado (y es cierto) de abusar demasiado de piezas de cintas anteriores, como X-Men 2; sin embargo, aunque así sea, la mezcla entre imágenes (con quizás un abuso de la cámara lenta en las peleas, también) y música logra crear unas escenas que destilan epicidad, y que hacen el conjunto casi perfecto.

Si alguna queja tuviera que ponerle quizás sería el final, demasiado mild para el tono tan oscuro de la película. Sin embargo, dado que encaja a la perfección y es coherente con el resto de la trama y el mensaje que se intenta transmitir, se perdona. Y además, el cameo final que hace referencia a la próxima película, X-Men: Apocalipsis, es insuperable.

¿La mejor película de superhéroes tras el Batman de Nolan, la cinta definitiva? Quizás no, o quizás sí. Lo que es indudable es que es una de las mejores, e imprescindible a más no poder para el género. De lo mejor que he visto en lo que va de año.

Allez-y, mes ami!

Buenas tardes, y buena suerte.

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LO MEJOR: las interpretaciones, la banda sonora, los guiños y homenajes a otras cintas y a episodios históricos, y la oscuridad y epicidad general de la película.

LO PEOR: el final tal vez sea demasiado blando, y se abusa de algunos recursos, que aunque buenos, pueden hacerse repetitivos.

NOTA: 8,75/10. Maravillosa. Si te gusta el género de superhéroes, no te la puedes perder.

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Tráiler (en español)

P.D: el doblaje no me convence nada de nada, me llega muchísimo más la versión inglesa, que es la que vi. Quizás sea cosa de los tráiler, que además varían de voces en Ian McKellen y Patrick Stewart... Hay voces, como la de Juan Logar Jr. o Gabi Jiménez que me encantan, pero en general lo noto flojo.

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